Amanece en Madrid y todavía tengo que cerrar una mochila que en la presente ocasión no es la que me ha acompañado en tantos viajes. La necesidad de ir más ligero han provocado ese cambio que deja mi querida mochila azul aparcada hasta un nuevo destino. En un par de horas tengo por delante un viaje en bus a Pamplona y de allí a Roncesvalles para empezar el Camino de Santiago. Proyecto el legendario viaje sin motivaciones religiosas, son en mi situación un viaje personal en una etapa de cambio que me llega en el momento adecuado.
Varias semanas por delante caminando a través de ese camino llamado francés que desde hace siglos ha atraído a diferentes tipos de peregrinos y viajeros. Estoy ante uno de esos viajes que llevaba esperando varios años pero que por diversas razones siempre he tenido que postergar.
Ahora, me dispongo a partir y a caminar como si fuese aquel tiempo de los regalos que iluminó Patrick Leigh Fermor. Soledad buscada para viajar y encuentros , por delante una ruta legendaria con las maravillas que iluminan la Historia y la cultura de tan singular Camino.
Viajes y sueños que se acoplan a los tan necesarios cambios que conforman ese camino que es la propia vida. Libros que se suspenden en el planeta de los sueños y que proyectan nuevos viajes y retos en ese discurrir constante . Sobre todo ello los diferentes caminos a los que nos vemos sometidos a lo largo de nuestro paso. Y a lo lejos uno cree escuchar a todas esas personas que le precedieron, los sueños que les iluminaron y los viejos libros que leyeron.
Es como esos » Conquistadores del horizonte» que iluminaron el progreso del mundo gracias a los viajes acoplados al comercio y la cultura a lo largo del paso del tiempo. Con esa combinación mágica de viajes y libros uno se va marcando esos nuevos retos que se van conformando en realidades que una vez fueron sueños.
Atravesar parte de España caminando , ciudades de provincias que se acoplan con pueblos, pastos y tierras de cultivo que conforman parte de nuestra tierra. A lo lejos el horizonte y en el infinito esa vieja Santiago Compostela a la que espero llegar cuando el propio Camino diga que es mi momento.
Y a lo lejos resuenan los ecos de viejos libros y de aquellas citas viajeras diciendo que «lo importante no son los paisajes , sino que lo son los paisanajes«. En el presente viaje sé de primera mano cual es el destino final, reluce desde hace siglos para millones de peregrinos que han llegado o intentado llegar a esa bella y lluviosa ciudad de Santiago de Compostela.
Disponer de ese precioso tiempo que permite la nueva aventura como un devenir de ese viajaprendizaje en el que tanto creo. Y en el infinito resuenan las campanas mientras amanece en un nuevo día. Al despertar he recordado aquella frase de Manuel Leguineche que reflejaba aquello de que el viaje debería hacernos más humildes y es quizás el mejor consejo para el momento actual.
Así que llega el momento de ese añorado viaje, mochila al hombro y el horizonte por montera. A lo lejos resuenan aquellas palabras dedicadas a uno de esos héroes viajeros y escritores que uno tiene. ” La gente es lo mejor: se abre al joven viajero, mostrándole lo más recóndito de su alma, entregada, frente al inofensivo y joven testigo, a un monólogo en el que laten, prístinas, directas, las vidas, las esperanzas y los sueños de un tiempo perdido”.
@Arol: Gracias por pasarte, el Camino de Santiago ha sido un viaje muy especial, recomendable sin duda. Un abrazo
@Carlos: Solamente usaba los nombres de las etapas para iniciar y acabar, hasta Galicia estuve usando las del Camino francés de Eroski. Pero he seguido mis instintos y he dormido he ido donde he querido o podido. Acabar en Finisterre y Muxia viendo el mar ha sido espectacular. Un abrazo
Iván, enhorabuena por terminar tu Camino de Santiago Eroski, veo que trabajar en el País Vasco te ha condicionado, espero que la lluvia gallega, el abrazo al apóstol, y las Estrellas de Galicia que te hayas tomado hoy te dejen listo para el Camino a Finisterre.
Estoy siguiendo tus caminatas por Twitter y la verdad es que es algo que haré creo en uno o dos años más 😉
@David: Gracias, es un viaje que llevaba años deseando hacer y que ahora se dan las condiciones adecuadas para realizarlo. El ir lejos es por curiosidad y ganas de ver mundo, aunque el Camino de Santiago tiene algo especial y diferente a todos los viajes pasados. El tiempo de los regalos es un libro muy especial de la literatura de viajes. Es de un autor británico que emprendía un viaje a sus 18 años en el año 1933. Es uno de los libros más especiales e importantes de mi vida
@Quique: Gracias, ando en ruta desde hace una semana, un viaje fascinante
@Purkinje: Gracias, la verdad es que estoy disfrutando y aprendiendo mucho
@Victor: Gracias, toco madera para que la salud me acompañe y poder llegar a Santiago
@Pau: Gracias, romantic traveler y slow travel 😉
A disfrutar del viaje compañero, te seguiremos en twitter 😀
Estupendo Iván! espero que tengas un bonito camino y lo disfrutes al máximo. Yo no pude acabarlo por un dolor de pie ocasionado el primer día cuando salía desde Oporto. Llegué a Redondela a 4 etapas antes de llegar a Santiago pero no pude aguantar más. Tengo pendiente acabarlo cuanto antes, pero de momento te leeré por aquí para ver como andas.
Ultrera! como dirían en el camino…
Pues a disfrutar de ese viaje, que siempre acaba siendo más interno que externo…
Buen viaje! Tanto exterior como interior!!
De verdad que cuando he leído el post me ha surgido una gran emoción. Yo también llevo años con este viaje en mente, siempre pensé en hacerlo en Otoño (la melancolía no me podía faltar) y ahora se que no lo haré en mucho tiempo.
Es emocionante también observar que tú que tanto y tan lejos has viajado notas lo especial de ese camino…ojalá encuentres en él lo que buscas. Buen camino y mil abrazos