Estimados Magallanes, Elcano, Pigafetta, Legazpi y Urdaneta,
Les escribo desde el futuro, desde el siglo XXI. Permítanme que me presente, me llamo Iván, y me gusta tanto la Historia como viajar, hace ya muchos años que me encontré de lleno con sus vidas y legado.
Les escribo desde una España que no ha cambiado demasiado, al igual que en su época, siguen los mismos trepas y demagogos de siempre, pero con diferentes nombres. Pero tanto ahora como en su época, al final ya se sabe, es la gente de a pie la que nos deja las cosas buenas, que les voy a contar a ustedes que no sepan.
La verdad es que les escribo un poco por todo, podría decir que la presente carta es algo así como un escrito de agradecimiento, de estima, respeto y aprecio. Lo hago desde el corazón, y usando mi propio medio, en un formato desconocido para ustedes, se llama blog, y al final es una de las múltiples formas que tenemos de crear escritos en los tiempos en los que me ha tocado vivir.
Debo decirles que he vuelto ayer de mi segundo viaje por Filipinas, y como me ocurrió la primera vez, he vuelto fascinado. Al igual que en la primera ocasión, tampoco esta vez he podido dejar de emocionarme al cruzarme y ver de nuevo sus nombres y recordar con ello sus viajes y vidas.
Ahora ya no es como antes, el viajar ya no tiene la épica de su tiempo y apenas nadie viaja en barco, lo hacemos en unos pájaros grandes que llamamos aviones, y no se tardan meses en llegar a Manila como ocurría en sus tiempos. Debo decirles también, que aunque en España no todo el mundo les recuerda, algunas personas como yo mismo, nos seguimos acordando de ustedes y nos maravillamos ante todo lo que hicieron.
Tanto en Manila como en Cebú me crucé de nuevo con sus nombres y no pude dejar de emocionarme profundamente. Se me puso la piel de gallina al ver sus nombres en una calle en Intramuros, en una parada del metro de Manila, en una calle en Cebú o en el fuerte de San Pedro. Todo ello. unido a algunos libros que llevaba en la mochila, me hicieron regresar de nuevo a sus vidas con sus fascinantes aventuras e historias.
En la Isla de Mala Pascua y en las costas de Cebú pude ver su legado inmortal cuando miraba el infinito azul del mar. Me resultaba curioso estar en la otro parte del mundo pero a la vez sentir aquel mar como cercarno. Sentí demasiadas cosas al ver como se cruzaban los reflejos del sol sobre el mar al caer un nuevo día.
En el infinito océano creí divisar sus ánimas y los barcos en los que les acompañaban tantos marinos valientes. Recuerdo muchas veces lo que Magallanes se propuso y lo que Elcano pudo finalizar épicamente, aquella gesta sigue viva en los anales de la Historia, la navegación y la exploración.
Gracias a gente como ustedes, desde niño soñé con dar la vuelta al mundo y un día pude hacerlo, aunque debo decirles que obviamente fue un viaje muy sencillo y que nada tiene que ver con la grandeza de todas sus gestas y hazañas.
Les digo también que Filipinas dejó de ser colonia española a finales del siglo XIX, perdimos también Cuba en el mismo año de 1898. Los dos países estaban en las miras de un país de América del Norte que se llama Estados Unidos y que ahora es el amo del mundo y los mares, como en su tiempo lo fue España y nuestros vecinos portugueses.
Las cosas y los tiempos cambian, mueren y evolucionan, pero lo que tengo muy claro es que hay ciertas personas a las que la Historia les reserva el privilegio de meterse en el hueco de la inmortalidad, y ahí es donde están ustedes.
A veces, cuando veía los preciosos ocasos del sol en Filipinas, cerraba los ojos y me imaginaba sus vidas en la cubierta de los barcos y en las costas divisadas por primera vez.
Ha llegado el día de escribirles esta pequeña carta y de rendirles mi sentido y humilde homenaje.
Con afecto y respeto, allí donde estén, les mando un fuerte abrazo para ustedes y sus marinos,
Enero de 2016, entre Cebú y Barcelona
Iván Marcos Peláez
@Victor: Gracias por tus palabras amigo Victor. Desde luego que Filipinas es un país fascinante en lugares, gentes e Historia. Ya sabes bien lo emocionante que resulta el viajar y poder conectar el pasado con el presente. Un abrazo.
Excelente entrada. Gracias por compartir con nosotros tus emociones y experiencias. Deseando conocer Filipinas gracias a esa pasión qué nos transmites. Un abrazo amigo
@David: Asia te fascinará, estoy seguro de ello.
@Pau: En efecto, ha sido de nuevo un gran viaje en un país fascinante.
@Miguel: Decía Leguineche que el viaje debía hacernos más humildes y sencillos, creo que tenía mucha razón.
@Claudia: Gracias. Me puse a escribirla estas Navidades. Desde luego que es un país fascinante que engancha, por paisajes y por la calidez de sus gentes. Siempre me ha fascinado las historias de aquellos marinos españoles que llegaron desde tan lejos. La Historia del viaje de Magallanes y Elcano es épica.
Viajar nos hace mas grandes y nos mengua el mundo. Abrazo.
Algo me dice que has disfrutado como un enano estas Navidades por Filipinas 😀
Muy bueno Iván!que ganas de ir..
¡Me ha encantado, Iván!
La verdad es que cuando uno contempla esos atardeceres, las aguas tan azules o un mar de palmeras piensa en cómo pudo ser para aquellos que lo vieron por primera vez. Me encantaría haber estado un poquito allí.
Un gran abrazo,
Claudia