Avanzamos en el jeep y por cosas del destino recuerdo aquellas frases y entrevista a Kapuscinski en las que hablaba de cruzar fronteras. A los pocos minutos oigo a nuestro guía Gotov decir que ya estábamos en el Gobi , su simpática voz nos dice We are in Gobi guys . En esos momentos empiezo a recordar y pienso en diferentes fronteras ( físicas o imaginarias ) que hemos dejado atrás. Volar desde una Barcelona llena de turistas a una San Petersburgo que sigue mostrando un porte imperial ya fue una primera frontera que separaba dos mundos. Pasar luego a una Moscú llena de la historia bipolar del siglo 20 contrastaba con la frontera que fue llegar a Kazan, sentir los mundos de Asia Central y rememorar el libro Rumbo a Tartaria de Robert D Kaplan.
Avanzar en el Transiberiano y atravesar fronteras de paisajes, de pueblos y de estilos de vida que se profundiza al apearnos en Omsk e Irkutsk. Mongolia no era tan solo una frontera de dejar atrás Rusia y llegar a Asia. Era pasar de nuestro mundo occidental sendentario ( tanto rural como urbano) a adentrarse en uno de los pocos pueblos nómadas que quedan en la faz de la Tierra. La ciudad de Ulan Bator ejerce como frontera urbana con el mundo nómada de su propio país, pero al oir la palabra Gobi empiezo a pensar en todas aquellas fronteras que separan la realidad de la ficción. A las infinitas fronteras mentales y físicas que he pasado a lo largo de tantos años, fronteras que me han servido de aprendizaje constante hasta llegar a uno de los lugares más desolados y bellos en los que he estado.
La lectura y las aventuras que subyacen en nuestros inconscientes y que un día llegan a materializarse en realidades palpables llenas de VIDA. Recordar aquellas frases de algunos escritores- viajeros que admiro con sus no sé si soy un lector que viaja o un viajero que lee. Aquí de repente en el Gobi, me siento a la vez tan lejos y tan cerca de todo. Extrañas sensaciones que se producen entre los viajeros y entre aquellos que alguna vez deciden partir en busca de la aventura o en muchos casos de algo que hasta ellos mismos ignoran. Saberte muy lejos de casa, pero sentirse a la vez tremendamente a gusto y realizado. Recuerdo a ratos conversaciones que he tenido sobre estos sentimientos y emociones con otros viajeros. Siento de nuevo algunas de aquellas charlas a la luz de la luna en diversos rincones de Asia. Y de repente empiezo a sonreir y a sentirme inmensamente feliz y lleno de VIDA.
El jeep ruso se convierte en algo más que nuestro medio de transporte, pasamos varias horas todos los días dentro, así que las conversaciones fluyen entre todos, sirve a su vez como casa rodante donde llevamos nuestras mochilas y los utensilios de cocina y de acampada. Una rutina agradable se establece cuando nos levantamos a desayunar, cuando paramos por necesidades de fuerza mayor en la inmensa Mongolia, cuando acampamos durante algunas horas para comer , o cuando llegamos a nuestro destino a media tarde y saboreamos la hospitalidad y sonrisas del pueblo mongol.
El cruce de caminos entre lo que estoy viviendo y lo que estoy leyendo en el libro de Stanley Stewart se entremezcla. A veces cuando cierro los ojos creo despertarme tras ensoñaciones donde veo caballos galopando, guerreros mongoles liderados por un Gengis Khan que asolan toda Asia y media Europa . A menudo la realidad se mezcla de forma difusa con la Historia que he leído y he logrado trasladar de los sueños a verme inmerso en uno de esos lugares que suenan a leyenda.
Los paisajes van variando a lo largo de los días asemejándose a un documental de la televisión. Pasaremos de inmensos altiplanos al puro desierto, de acantilados rocosos a verdes cañones. De cruzarnos con jinetes a caballo a esquivar a grupos de camellos, de pueblos en la mitad de la nada a grupos de gers aislados. Todon ello se produce bajo la inmensidad de un cielo azul que no se iguala en belleza al que jamás haya divisado. Hablamos entre todos y reímos, nos sabemos participes de estar en uno de esos preciosos parajes que muchas veces hemos visto en los documentales de la televisión y en las revistas de viajes. Y ahora que escribo esto pienso en la mezcla de la lectura y la realidad, en aquello que Hugo Pratt (el creador de Corto Maltés) decía : Soy un creador, y por lo tanto mi mundo está hecho de imágenes vistas por mí mismo o formadas en mi imaginación después de haber leído o escuchado una narración, un cuento o una sensación.»
El sol se intensifica durante el día, pero como en el resto de desiertos del mundo a partir de la noche la gelidez invade el ambiente. Dormimos en los gers y hacemos acampada, los sacos de dormir raras veces nos aislan completamente del frio, así que muchos días nos toca dormir completamente vestidos. Hemos hecho parada en algunos pueblos del desierto, a veces uno piensa en los mundos que nos unen pero a la vez en los que nos separan. Las gentes nos sonrie en las calles, en el interior de las tiendas y en los mercados . Los niños muestran su asombro e innata curiosidad ante los rostros extranjeros que ven, expresan la innata sorpresa propia de la edad infantil mediante muecas a sus madres . Tengo una suerte infinita al estar en estos increíbles lugares compartiendo estas vivencias con una mujer tan especial como Claudia.
Pasan los días y eso ha llevado a entablar interesantes conversaciones sobre la vida con Bayra y Gotov, nuestros guías locales nos hablan de sus vidas, del país , de los duros inviernos a -30 ºC, de sus experiencias a lo largo de los años con otros viajeros. No dejamos de preguntarle acerca del yugo soviético, nos habla de las dificultades que ha pasado su pueblo, pero a la vez nos habla de los grandes amigos que ha dejado entre los rusos.
Cuando escucho a Gotov y a Bayra sonrio ante el recuerdo de los innumerables rostros y vidas que me crucé en Asia durante la vuelta al mundo. Esas sonrisas y humanismo que irradia los corazones de tanta buena gente que me he encontrado en los caminos de Asia. Vidas dificiles en muchos casos, pero unos corazones y bondad que irradia por los cuatro costados a tan especiales personas.
Las montañas de Gurvansaikhan nos sirven de lugar de acampada, podemos disfrutar esa jornada de todo el espacio natural que se encuentra en los alrededores , tiene una belleza súblime, cañones ente montañas. Suele ser una parada para los tours que recorren el Gobi, es una zona por la que se hace un trekking de un par de horas, y en nuestro caso tenemos la suerte de hacer la acampada a unos diez minutos en jeep de la garganta .
Es un lugar precioso por el que pasas entre cañones, riachuelos y montañas. Se pueden ver algunos caballos y cabras rondando por los alrededores. En invierno es una zona completamente nevada e incomunicada, pero ahora mismo podemos disfrutar de un enclave especial y mágico. Tenemos a las cabras por compañeras y el leve sonido del riachuelo que pasa a escasos metros de la tienda. Todo este paisaje contrasta con paisajes que veremos en lugares como los Flamming Cliffs o las dunas de Khongoryn els. El primero es una espectacular maravilla de la naturaleza, formaciones rocosas maravillosas y unas vistas increíbles sobre el bello paisaje infinito del desierto. Paisajes que se asemejan a veces al espacio lunar, y un lugar famoso entre los paleontólogos por los restos de dinosaurios que aquí fueron encontrados. Las dunas de Khongoryn els son uno de los lugares naturales más espectaculares que he visitado en mi vida, unas preciosas formaciones de arena que se extienden a lo largo de decenas de kilómetros. Un lugar y unas vistas que me dejaron imborrables recuerdos en unos de los más bellos atardeceres que recuerdo haber vivido jamás.
En momentos como el de esta increíble semana por el Gobi se acumulan en mi muchas sensaciones, emociones, momentos irrepetibles. Pienso en aquello que me dijo Victor Alonso, en el Transiberiano vas a ver como se concentran en pocas semanas muchas de las emociones vividas en muchos meses de vuelta al mundo. Creo que tiene razón el bueno de Victor, y de repente al emprender la última noche veo las estrellas sobre ese cielo enorme , precioso y claro que solamente el desierto puede dar. Entonces me acuerdo del Principito y le veo pasar páginas de aventuras a lo largo de muchas fronteras, y llega un momento en que su mirada se cruza con la bondad del reportero polaco y ambos Se acercan a la realidad de las personas más humildes y describen lo que ven, con una mirada humana, en la que se adivina el deseo de comprender y ayudar. Gracias a esa cercanía amable, al trato directo con el pueblo más de a pié logran describir con realismo cómo viven, cómo piensan, qué huellas de la historia pueden estar detrás de acontecimientos penosos. Kapuscinski sólo entendía el viaje «como descubrimiento, como exploración, como esfuerzo: viajar en busca de la verdad, no de distensión”.
Hoy la cita es: «Ir sin amor por la vida es como ir al combate sin música, como emprender un viaje sin un libro, como ir por el mar sin estrella que nos oriente.» Stendhal
@Carme
Gracias por pasarte por el blog. Soy de los que cree que muchos sueños hay que ir a por ellos. Muy bueno el emprenededor – chef 🙂 Me encanta
@Germán
Cuando quieras podemos quedar con calma para tomar una birra y hablar de viajes 🙂
Muchas gracias Ciudadanoenelmundo.
He visitado tu página y la verdad es que has realizado una gran parte de mis viajes soñados!!!
El transiberiano!!!!!
Y la ruta de la seda es otro de los grandes pendientes.
Te seguiré a traves de la web, pero si veo que realizas alguna ponencia en Bilbao (ya he visto que en febrero tuviste una muy interesant), espero asistir e intercambiar opiniones.
Un saludo.
Magnífico post traspasando sueños, experiencias, recuerdos… increíble
Por cierto, que yo te debía el nombre de un emprendedor que encontró el éxito al perder su sueño, aunque lo más probable es que simplemente su sueño evolucionó: http://viamagna.es/blog/es/2011/02/tecnicas-de-chef-que-triunfan-mas-alla-del-clasico-restaurante/
Un abrazo
Hola colegota
Gracias por pasarte por el blog y gracias por tu comentario, me ha gustado mucho tu blog
Nos leemos
Un saludo
Buenas,
solo dejar constancia de otro que sigue tus relatos con interés mientras espera poder darse una vuelta por ahí en Junio.
Muchas gracias por compartirlos.
Saludos,
Colegota
Hola Pau
Gracias, el Transiberiano y Mongolia fueron experiencias muy especiales.
Si, he cambiado la plantilla de wordpress. Me gustaba un fondo blanco y ya sabes, de vez en cuando en la vida son buenos los cambios 🙂
Pedazo experiencia Iván, qué lugar más fascinante.
Por cierto, has cambiado el blog ¿verdad? Tiene muy buena pinta.
Gracias Claudia, fue sin duda un viaje tremendamente especial e inolvidable. me alegro de haberlo compartido contigo 🙂
me ha encantado, sí, qué grandes aventuras, repetiría hoy mismo. Ese paisaje del Gobi, las dunas de Khongoryn Els, sublimes.