Mirar un mapa y contemplar una bola del mundo suele ser algo más que un simple acto de consulta. Cualquiera que lo haga puede descubrir en ello la pasión por el viaje y la aventura en estado puro. Y a todo eso le unimos aquellas lecturas legendarias que nos ayudan a fabular y soñar para ver otros mundos. Es así como vemos en esos libros y mapas a la primera semilla de una aventura , de un viaje o de un sueño. Recuerdo aquel marino escritor que decía que » Hay vidas maravillosas y aventuras increíbles que empezaron de una forma sencilla al pasar la primera página de un libro«. A veces hay nombres que por si solos evocan a viajes legendarios y a exploración, simplemente al escucharlos se nos iluminan los corazones y la pasión que nos lleva a querer partir e ir detrás de esas aventuras.
Creo que en muchos casos a pesar del paso de tiempo, son precisamente esos mapas y libros los que hacen que permanezca la llama de la aventura en el ser humano. Generaciones a lo largo de la Historia se han visto en busca de conocimiento por medio del viaje, ya sea hace siglos con todos los grandes viajeros y exploradores como en los últimos siglos con aquellos que buscaban fortuna en la otra parte del mundo. Y hoy en pleno siglo XX1 seguimos viendo la vida como un espacio de tiempo donde muchos tratamos de viajar en busca de conocimiento, aventura, gentes y de ciertos lugares que merece la pena conocer mientras vivamos. El viaje se convierte en una pasión que nos lleva a desear partir tratando de vivir esos sueños.
Hay que decir que yo mismo tengo desde hace años a muchos de ellos en mi lista de ensoñaciones. Alguno de ellos trata en «El mundo del fin del mundo «que decía Luis Sepúlveda y que me llevaba un día a cruzarme «En la Patagonia» que iba buscando el legendario Bruce Chatwin. Con ellos se mezclaban historias de piratas, de marinos ilustrados, de naturalistas en busca de conocimiento, iban y venían exploradores que se cruzaban con jesuitas y con aventureros venidos de la lejana Europa. Todo ello en el marco incomparable que tienen las tierras del Sur de América Latina que poco a poco trato de conocer. Y veo como ahora puedo tocar y sentir estos fascinantes lugares en el Sur de Chile.
Me paraba desde niño durante horas ante aquellos viejos mapas y siempre por alguna extraña razón mi mirada se detenía en unos puntos. Era el Sur del Sur y podía ver como en el lado chileno estaba Punta Arenas desde donde ahora transcribo algunas de las palabras que ven la luz desde ese lugar que bien puede ser el fin del mundo.
Miro el mapa y veo como a ambos lados se mezclan las tierras de Argentina con las de Chile donde están las grandes superficies de la Patagonia . Entre medias veo esa parte del mar que abraza a ambos océanos entre estrechos y al fondo bajo temibles olas suena el nombre infernal del Cabo de Hornos que evoca a naufragios y tormentas dramáticas. Y es entonces donde convergen esos sueños de niño con la realidad, dándose la mano la propia vida con lectura, la Historia y los viajes . Ese cocktail mágico se combina de forma armoniosa para acoplarse de forma magistral en ese caleidoscopio de realidad y ficción que uno va conformando a lo largo de diferentes viajes por el ancho mundo.
Son nombres como la propia Patagonia, Tierra de Fuego o el Estrecho de Magallanes los que por si mismos suenan a viaje y aventura en su pura esencia. Son lugares sacados de una chistera de fabulador infantil y que se muestran como espacios demasiado alejados de cualquier parte que hacen verdadero eso de estar en el fin del mundo. Viniendo de España y de la vieja Europa las distancias y las superficies aquí se miden en unos parámetros demasiado grandes para poder asimilarlos de forma racional.
Pero más allá de las bellezas de paisajes y lugares son tierras que evocan a vidas, a historias y a leyenda. Para un apasionado de los viajes , de los mapas, de la exploración , de los libros o de la Historia estos lugares del Sur del Sur saben a gloria y a esa receta maravillosa que da color y sabor a la propia vida. A través de su inmensidad llegamos a las vidas de aquellos exploradores, marinos y pioneros que gracias a su valor y coraje trazaron parte del pasado, presente y futuro de ellos mismos, pero también de estas tierras y del mundo que dejaban atrás en la vieja Europa.
Me detengo ante un inmenso mapa y me quedo absorto leyendo nombres, parezco un niño delante de unos dibujos que me trasladan a un mundo maravilloso de sueños y leyendas. Aparecen delante de mi nombres lejanos que a la vez son cercanos: Isla Desolación, Río Gallegos, Canal Ballenero, Bahía Salvación, Isla Inocentes, Paso Drake, Canal Beagle, Isla Diego de Almagro, Estrecho Almirante Nelson….
Todos esos nombres los había leído antes y permanecían dentro de uno mismo, evocan por ellos mismos a lo mejor del mundo de las aventuras , de los libros de mar y de los viajes. Toman vida y recrean el mundo de aquellos que surcaban el destino de sus vidas bajo las ganas de partir lejos por las motivaciones que fuesen.
Y es poco a poco como voy llegando a otra época donde me cruzo con Magallanes y Elcano en su viaje para dar la vuelta al mundo. A lo lejos veo que llega Darwin capitaneado por Fitz Roy en el Beagle para descubrir el mayor avance de la ciencia hasta la fecha. A través de todos ellos recuerdo a marinos y exploradores españoles que llegaron aquí antes de unos pioneros y emigrantes que vieron como un día la vida o el destino quiso llevarlos hasta un lugar que en verdad es el fin del mundo.
Por todo ello navego por siempre en ese mundo de nunca jamás donde los libros y las aventuras saben a gloria, a mar y a vida en estado puro. Larga vida al espíritu de aquellos que soltaron amarras buscando nuevos mares , nuevos mundos y un futuro mejor. Ellos fueron la semilla que hizo que el ser humano saliera a un mundo que deseaba ser explorado y conocido. Y es con olor marino en el fin del mundo donde nos vemos a nosotros mismos honrando los viajes , las vidas y el coraje de aquellos exploradores y aventureros que llegaron de lejos. Apagamos la luz y dejamos el libro sobre la mesa, a lo lejos rugen vientos y se crea el futuro de sueños donde vemos un rico legado de conocimiento y aprendizaje. Al amanecer honramos la memoria de todos aquellos que un día partieron para llegar o no a ese cruce de caminos donde la vida huele a mar, sueños y a aventura…..
Hoy la cita es : » Todo nuestro conocimiento tiene su principio en los sentimientos» Leonardo Da Vinci
Me alegro de que estés disfrutando del camino amigo Iván.
Un abrazo!
Gracias Pau, han sido dos grandes semanas, aunque me saben a poco, seguro que hay que volver pronto. Un abrazo amigo
Hola Iván! He estado leyendo muy atte tus entradas sobre Chile y me alegro mucho que descubres un país, como muchos, fascinante y que te dejes deslumbrar por la escritura de tantos viajeros y las propias fantasías/fantasmas que uno recrea en su imaginario… Conozco algo de Chile porque me he criado ‘del otro lado’ de la Cordillera, en la Patagonia argentina, y por supuesto tengo alguna escasa familia y un puñado de amigos por allí.
Entre tanta poesía y tanto viajero (yo también diría ‘bandolero’ europeo, porque no todos aquellos viajeros se llegaron hasta allí por ‘causas nobles’), estaría muy bien mencionar a la población original de ésas tierras, los aborígenes nativos de la Patagonia.
En ésa zona donde tú describes, no tuvieron la misma suerte que sus hermanos un poco norteños: fueron totalmente arrasados de la faz de la tierra por ésos ‘viajeros’ que tanta poesía dedicamos… y claro, pueblos conocidos como ‘onas’, ‘selknam’, ‘alacalufes’, ‘yámanas’, en el ectremos sur y pueblos ‘mapuches’, ‘pehuenches’, ‘tehuelches’, que aún hoy conforman el alma mestiza del pueblo chileno en la región patagónica… Siempre, estimado amigo, creo que deberíamos recordar las ‘dos caras de la moneda’, como lo canta Juan Carlos Baglietto en la canción ‘Quién quiera oir que oiga’:
«Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras… oh…
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe…»
Bueno, éste es sólo un párrafo de ésa bonita canción que podríamos extender a tantos sucesos de la historia escrita ‘por los que ganan’.
Un abrazo Iván y bravo por tús viajes!
Hola Gus, comparto plenamente lo que dices. Es cierto todo eso de la conquista, de los genocidios y de los pioneros opresores. Nadie lo niega, no he entrado en ese post en detalles escabrosos de la Historia, ni de América ni de un país como Chile. El caso es que también Darwin como Burton o tantos otros viajeros de la época hablaban mal de los indios, con nuestra mentalidad ahora parece lógico, pero hay que estar en las mentes de aquella época. Decirte que yo respeto profundamente las culturas indigenas. Al igual que me emocioné ante los paisajes naturales, con mi alma hecha de libros y viajes era imposible en un post no emocionarse y referenciar las gestas viajeras de Magallanes, Elcano o Darwin. Un abrazo viajero
Que lindo viaje! Muy buen post
Un Saludo
Ares
Fuet-i-Mate