Los Balcanes son desde hace mucho tiempo una de las zonas del mundo por las que siento una fuerte atracción y un profundo interés . Imagino que las causas pueden ser diversas y van desde sus enormes contrastes a la rica Historia de sus diversos pueblos. Pero también hay algo que va ligado a sus eternos conflictos y a la memoria de aquellos viejos tiempos bajo el Telón de Acero del yugo soviético. Una zona del Planeta a la que reconozco que siempre volveré para viajar y seguir aprendiendo. Y es que constantemente recordaré la legendaria frase de Churchill que decía aquello de que » Los Balcanes tienen más Historia de la que pueden asimilar» .
Con todo ello , es una de esas partes del mundo donde una persona como yo siente el viaje de forma muy intensa. Quizá uno puede decir sin riesgo a equivocarse que es la zona más compleja de Europa, lo que hace el viaje tremendamente interesante y lleno de sensaciones. Cuando he pisado el terreno con la mochila lo he unido siempre a las lecturas , y todo ello me lleva a tener la sensación de estar en el interior de todo un auténtico cruce de caminos, tanto de la Historia como de la actualidad.
Así que esos países resultan unos enclaves tremendamente interesantes y atractivos para viajar a través de la Historia y sentir en carne propia la aventura. Uno puede experimentar en esos lugares una enorme variedad étnica, cultual, histórica y religiosa. Una zona de Europa donde diversas culturas viven mezcladas y muchas veces agitadas formando parte de un fascinante crisol en ese particular Finisterre Oriental de la vieja Europa.
Estando en Sighet ( en el norte de Rumania frontera con Ucrania ) un viajero y profesor inglés me dijo una frase muy significativa con aquello de que » En los Balcanes se siente la Historia solamente con salir a la calle» . Y lo cierto es que es un dicho muy acertado el de aquel viejo profesor que hablaba con conocimiento profundo del terreno pues llevaba viviendo durante dos décadas en diversos países del Este de Europa.
Ahora mismo estoy ya de vuelta en Madrid, y miro en perspectiva el viaje de tres meses que he realizado por algunos países de la Península Balcánica. Hace años ya pude visitar lugares de países como Bosnia, Croacia, Hungria y Eslovenia. Ahora reflexiono y valoro todo lo visto, sentido y aprendido tras el viaje por Rumania, Bulgaria, Macedonia, Montenegro y Turquía. Y tengo que decir que al igual que en aquel viaje he llegado a experimentar aquellas viejas sensaciones de haber estado en un auténtico cruce de caminos de la Historia y de viejos imperios.
En los Balcanes se nota la convivencia de pueblos diversos que tienen muchos puntos comunes pero que difieren enormemente en otros. Pueblos que a lo largo de la Historia reciente han vivido con demasiada intensidad y crueldad sus diferencias. Muchas veces se dice con mucho sentido aquello de que el siglo XX terminó y empezó en los Balcanes.
Como si de un punto de ebullición se tratara se siente de forma constante las diferencias e intensidad de esa diversidad . Es palpable tanto en la Historia antigua, como en la reciente y actualmente uno sigue experimentando esa presencia de tres viejos imperios. Por un lado el Imperio Austro Húngaro mirando a Europa Occidental, por el otro aquel viejo Imperio Otómano mirando a Turquía con el Islam por bandera, y al norte aquel enorme Imperio Soviético que siempre estaba presente en el Este de Europa. Todo ello se encuentra además impregnado de la diversidad de la religión, en estos países conviven y luchan desde hace siglos católicos, musulmanes y ortodoxos . Así que como experimenté muchas veces durante estos meses no es raro el día en el que tienes a tu alrededor una mezquita , iglesias ortodoxas y católicas e incluso sinagogas.
Los Balcanes son probablemente la zona de Europa donde uno ha sentido de forma más intensa aquellas emociones de sentirse viajero y aprendiz. Sensaciones casi siempre diferentes a las que se sienten cuando uno viaja por una Europa Occidental donde todo parece bastante calculado y en cierta forma predecible.
Viajar por los Balcanes es hacerlo por una suma de lugares diversos y complejos donde se dan un conjunto de sensacionales vivencias y emociones. El viaje por los países balcánicos es un auténtico tesoro para todos aquellos que sientan pasión por los cruces de caminos y los secretos que en ellos se esconden….
Hoy la cita es : » Creía que era una aventura, pero en realidad era la vida » Joseph Conrad
Buenísima la frase de Churchill. A ver si algún día nos cuentas cómo es la vida en las calles, las canchas de basket…
Ya te digo Pau, el amigo Churchill sabía algo del tema 🙂 . La escuela de jugones balcánica tenía algunas canastas y canchas espectaculares, ya sabes, raza blanca tirador 🙂