Escribo como siempre un post sin seguir un orden prefijado ni las pautas de los destinos del viaje. Y como viene siendo habitual lo hago con el necesario tiempo transcurrido para valorar lo visto y sentido en los kilómetros recorridos. Ahora mismo escribo el post tranquilamente entre dos agradables lugares, desde el Retro Hostel en Cluj y el Hostel Costel de Timisoara. Lugares que como siempre me sirven de hogar y oficinas en movimiento. Es en este ambiente cosmopolita y abierto desde donde escribo ahora viendo como algunos viajeros van mientras otros vienen.
Hoy escribo con las sensaciones indescriptibles de haber estado en uno de esos museos que te hacen viajar a la Historia reciente. El Museo de la Revolución de Timosara tiene la capacidad que tienen otros grandes museos del Este, trasladarte en el tiempo a aquellos años en que los ciudadanos de los países del viejo Telón de Acero demandaban libertad y la caída del Comunismo.
Llevo ya dos semanas viajando por Rumania. Atrás han quedado las tres semana viajando por Bulgaria y de ellas iré escribiendo cuando el tiempo lo quiera. Rumania es un destino que desde hace años estaba en mi lista de deseos y de prioridades, por todo ello fue desde hace tiempo uno de esos lugares con los que fantaseaba como si de un fabulador infantil se tratase.
Y es ahora en pleno 2012 cuando estoy aquí y pienso que han pasado muchas cosas en mi vida desde que hace más de dos años acabase aquel inolvidable viaje de la vuelta al mundo. Y ahora tengo delante muchos garabatos y notas en una Rough Guide de Rumania comprada en la famosa librería viajera Stanfords de Londres. Todo ello unido al estar aquí es lo que me hace retroceder en el tiempo como si una vieja película de Regreso al futuro se tratara.
Allí me veía yo, en un templo viajero de la capital británica y a escasas horas de volver a casa en Oviedo tras quince intensos meses de viaje. Fue allí en la legendaria y mítica librería de viajes donde me sentía como pez en el agua buscando historias y nuevos sueños viajeros. Rastreando feliz entre tantos grandes libros de viajes, entre mapas, bolas del mundo y guías mis dedos se posaron sin saber el motivo delante de aquel libro sobre Siria y en aquella guía de Rumania.
Y ahora en pleno mes de septiembre de 2012, escribo desde uno de los rincones más especiales de la bella Rumania mientras el mapa geopolítico mundial se ve centralizado por el conflicto de Siria que asola a miles de indefensos civiles. El tiempo pasa, nuevos lugares que llegan mientras algunas personas se han ido de mi vida y otras llegan . Ya se sabe que el destino y el propio viaje vital parece que juegan a los dados. Y en el fondo es inevitable aprender de lo vivido para ir conformando el conjunto de personas que nos acompañan en el más importante de los viajes, nuestra propia existencia.
Rumania, tierra de mitos y leyendas, uno de los países del Este de Europa que sirve de reflejo del cruce de caminos que es esta parte de la vieja Europa. Aquí en plena Transilvania uno se ha maravillado ante la belleza de paisajes y ante las fascinantes ciudades que hacen sentir esa diversidad de los Balcanes. A medio camino entre el Imperio Austro-Húngaro y el Otomano aparecen muchos de estos países balcánicos , sin dejar presente la sempiterna influencia que Rusia siempre ha tenido aquí.
Cuando recreo el viaje de Patrick Leigh Fermor en estas tierras intenté viajar al pasado para entender algo de la situación social y geo política del país en aquellos años de 1930-1940. Para ello leí un libro llamado «La mística del ultranacionalismo» , que viene a explicar parte de la vida de Rumania en aquellos años con la referencia al movimiento fascista de la Guardia de Hierro. Pero es imposible no recrearme ante la figura de Drácula y la genial novela de Bram Stoker. Aquella atemporal y magistral novela de vampiros y aventuras que ha maravillado a cualquiera en diferentes partes del mundo. Y así viaja uno, cruzando caminos donde van y vienen partes de la Historia, de sus leyendas y misterios.
Entonces al fondo resuenan los ecos de un pueblo lleno de contrastes, de maravillosos paisajes, donde la Historia ha llevado en extremos el sufrimiento y el dolor pero que cuenta con rincones llenos de infinita belleza. Y al fondo como siempre resuena toda esa gente que aparece en los caminos y que los amigos Walter Starkie y Patrick Leigh Fermor se encontraron cuando vagabundeaban por estos rincones de la vieja Europa. En sus corazones nunca se olvidó la llama y experiencias vividas viajando por Rumania , mezclados entre la diversidad de un pueblo que les llevaba de camino rumbo a la eterna Constantinopla…
Hoy la cita es : «Hacerse a uno mismo con libros y viajes » Manuel Leguineche
Hola Arol. Podemos volver a mismo lugar, pero probablemente nosotros cambiamos, aunque el lugar siga igual sin apenas cambios. Un abrazo
Nunca volvemos al mismo sitio porque nunca somos los mismos
Gracias a ti por la hospitalidad Paul. Hasta la próxima, esperando que no sea día de mani para charlar con calma con más cerveza y en un almuerzo o cena. Un abrazo
¡Gracias por compartir el viaje, Iván, y por el encuentro de Cluj!
Hola Pau. Gracias por tus palabras. Seguimos por los Balkan Ghosts en el camino a Estambul tras las huellas de Leigh Fermor. Muy interesante el viajar por Rumania. Un fuerte abrazo
Gracias por compartir tu viaje Iván, estoy alucinando con todo lo que cuentas y con las fotitos que publicas.
Un abrazo!