El viaje me lleva de nuevo a ese Este de la vieja Europa que tanto me fascina y a donde vuelvo siempre que puedo. Durante las próximas tres semanas estaré recorriendo con mi mochila algunos lugares legendarios que llevaba esperando visitar desde hace años. Mi atracción por esa zona del mundo es constante y de nuevo me lanzaré a descubrir algunos rincones que no conozco.
El pasado siglo XX marcó el apogeo de ideologías genocidas como el nazismo o el comunismo, y eso es algo que se aprecia con mucha intensidad en el Este del viejo continente. A veces al estar por estas latitudes uno siente la Historia de forma notable solamente con salir a la calle.
Durante las próximas semanas podré ver en carne propia algunos recuerdos de aquellos infames sistemas absolutistas. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial se producía el choque entre imperios, durante décadas tuvo lugar la guerra fría y una parte de Europa venía regulada por los dictados de Moscú. Aquel viejo Telón de Acero ejerce desde siempre una fascinación importante sobre mi persona, así que escaparme por sus territorios es una pasión que llevo desarrollando durante numerosos viajes. Al Este volveré siempre que pueda , es algo que llevo dentro y que me permite ver, sentir y entender algo de todo aquello que una vez leí o estudié en los libros de Historia.
El poder viajar por estos países me permite adentrarme en una Historia y cultura tan rica como trágica. Pero sobre todo me deja ver en carne propia algunos de los cambios sociales y geopolíticos que han marcado la vida de cientos de millones de personas. De nuevo el viaje se muestra como una fascinante escuela al aire libre que ejerce como catalizador de sueños y que me permite de manera real ver y entender hechos que cambiaron la estructura del mundo en que vivimos.
Y es que por estas latitudes , a poco que uno deje volar la imaginación puedes viajar en el tiempo y encontrarte cara a cara con la Historia reciente . Debo reconocer que viajar por Europa Occidental me resulta cada vez menos estimulante , en cambio al hacerlo por el Este puedo sentir un brillo en mis ojos al encontrarme muchas veces en un mundo lleno de contrastes que desde niño deseaba descubrir. Es viajando por estos países donde experimento algunas sensaciones viajeras que cada vez son más complicadas de sentir en la programada y uniforme sociedad occidental.
A pesar de que han pasado más de dos décadas desde la caída del muro de Berlín y de la Unión Soviética todavía es posible apreciar los intensos cambios acontecidos en unos países . A veces me siento en un parque y me paso horas mirando rostros. Son esas miradas y mi imaginación la mejor forma para completar todo lo leído sobre esta zona del mundo.
Algunas personas mayores muestran esa mirada fatigada de la gente que han vivido demasiado, en sus rostros no es complicado ver muchas veces la añoranza por un sistema que daba todo gratis. En cambio, otras veces son los jóvenes los que muestran dudas entre la esperanza por un futuro mejor y la agresividad de un sistema feroz que en nada se parece al que sus abuelos vivieron.
Mi primera parada del viaje es Cracovia, lugar a donde he llegado en vuelo desde Málaga. Aquí cerca, a escasos setenta kilómetros se encuentra un infame lugar que deseo conocer desde que era niño, el campo de concentración de Auschwitz. La locura de la Segunda Guerra Mundial y la trágica Historia del genocidio nazi tienen en Polonia algunos de sus más tenebrosos lugares.
Desde Polonia avanzaré poco a poco a Ucrania, el corazón de la raza eslava ha sido como el polaco uno de los pueblos que más han sufrido durante el pasado siglo. Y es que Ucrania como Polonia ha visto como rusos y alemanes hacían añicos su Historia reciente, tanto en los campos de batalla como en la opresión genocida.
La gran hambruna provocada por Stalin, la crudeza de la Segunda Guerra Mundial, la guerra fría o el desastre nuclear de Chernóbil son solamente algunos de los hechos que marcan mi interés por este país. Y por otro lado quiero sentir la belleza de lugares, con la hermosura de la histórica Lviv o las costas de Crimea,donde uno recuerda la conferencia de Yalta o nombres legendarios como Sebastopol o Quersoneso.
Así que voy de nuevo rumbo a un Este que me fascina , desde allí podré pensar en el futuro mirando al pasado y sintiendo de fondo las olas de ese Mar Negro que fue cuna de la civilización y de la barbarie...
Hoy la cita es : «La historia de los grandes acontecimientos del mundo apenas es más que la historia de sus crímenes» Voltaire
Es realmente sorprendente toda la historia que se puede encontrar en Europa, en el viejo mundo, creo que después de todo ese ajetreo y los vacíos existenciales que genera el conocimiento podrías tomar algunos viajes a cancun y a toda la riviera maya para descansar, aunque seguramente te dara curiosidad la historia que se esconde en los cenotes.
@Pablo: Gracias , no lo dudes amigo, el Este te está esperando con muchas sorpresas y lecciones.
@Pau: Gracias , ya sabes que me mola moverme por estas latitudes de «raza blanca tirador» 🙂
Hola Iván. Solo para felicitarte por esta idea y desearte toda la suerte del mundo. Como a ti, me pasa que me atrae más Europa Oriental: y es que de donde vengo llegan tantas imágenes y noticias de Roma, Madrid, Londres y París que casi parece que lo conocieramos aún sin haber estado jamás en esos lugares. A mi me apetece más Europa oriental porque es como si estuviera detrás de un velo de misterio, de la que se sabe poco o casi nada. Excepto todo el horror que allí se ha vivido y toda la confluencia de culturas que significa esa zona: donde Europa se da, y se ha dado siempre, la mano con el oriente lejano. Lo más al este que he estado ha sido Cracovia que es fascinante, y también Grecia. Sueño con hacer las repúblicas bálticas e ir bajando y hacer una ruta parecida a la tuya así que estaré atento. Un abrazo viajero y mucha suerte.
Te sigo de cerca amigo, lástima que no me puedas llevar en tu mochila
Gracias. La verdad que en el Este ocurren siempre muchas cosas. Vivir en una sociedad que ha experimentado los dos sistemas es siempre toda una experiencia. Y también creo que hay diferentes miradas, Polonia , Hungria , Chequia o incluso el Báltico por ejemplo son países más europeizados o desarrollados que otros como Rumania o Bulgaria o muchos de la antigua URSS como la Ucrania que me voy a encontrar unos días. Un saludo
Pocos como tú tienen la sensibilidad, el conocimiento y el respeto para visitar estos países que tanto me fascinan. Has resumido perfectamente el sentir de la gente hoy en día, tanto los más jóvenes como los ancianos que miran con añoranza tiempos pasados. Sigue contando Iván, estamos impacientes por leerte.