Phnom Penh fue un conjunto de sensaciones que van directos al corazón del hombre,un lugar donde se conjuga lo peor y lo mejor del ser humano,un lugar que ejerce como capital de Camboya,y que me daría una de las primeras impresiones crueles de un país bajo el pasado de una dictadura.
Llegaba a Phnom Penh desde Battambang en bus,me llevó unas 6 horas,con críos delante de mi que me sonreían y saludaban continuamente,iba con Jason,un americano que estaba en mi hotel de Battambang,todo un entrañable personaje,con su mochila y guitarra y con sonrisa de pícaro viajero despistado.Llegamos caminando a nuestra ghesthouse el Narin 2,alejado de la zona del río donde convergen quizá la mayoría de viajeros y expatriados,estabamos en el centro de la ciudad,donde se cruzan el caos y la vida de los mercados,ignorábamos y dejamos de lado los ofrecimientos de muchos conductores de ricksaws que intentaban llevarnos a sus enlaces o simplemente timarnos,con nuestras mochilas atravesamos durante 10 minutos calles de un nuevo destino que nos recibía con una suave llovizna que nos espapaba levemente,guiados por los sensacionales mapas de la Rough Guide encontrábamos a la primera el lugar que nos serviría de hogar durante nuestras jornadas en la capital Camboyana,esa primera noche saboreamos una cena sensacional en un entrañable restaurante indio lo que nos llevó a conjugar la cena con interesantes conversaciones sobre la vida,los viajes,la aventura,la literatura y el sistema,todo ello en un anochecer espectacular y saboreando la cerveza local.
Mi estancia en la capital tenía por parada obligatoría visitar el S 21,es una antigua escuela que fue reconvertida en prisión matadero ,centro de interrogatorio principal de los Khemeres rojos,allí bajo un conjunto de politicas irracionales y represivas los Khmeres rojos expulsaron a toda la población urbana de la capital engañando al pueblo diciendo que los americanos iban a bombardearla,así con una mentira más el régimen militar de los Khemeres rojos empezó su etapa cruel,una colectivización agraria forzosa y la aniquilación de sus ciudadanos,en una primera fase fue la clase intelectual ,profesional y burguesa la que fue aniquilada,pensadores,intelectuales,artistas,estudiantes universitarios y profesionales cualificados fueron asesinados,todo ello fue el inicio de uno de los genocidios más crueles que conoce el siglo 20,lo que llevo al país a la ruina,a la locura,al fanatismo y a la sin razón.
Llegué al S 21 en bici,en 10 minutos de callejeo pedaleando el centro de la ciudad ,allí me presentaba a primeras horas de la mañana en la vieja escuela prisión,el precio de la entrada a la prisión escuela es simbólica,unos 2 euros,el lugar sirve como ejemplo de la locura,del fanatismo del hombre por unas ideas o por política,es un lugar que marca la distancia que hay entre la vida y la muerte,entre la juventud y la pasión por la vida ,la inocencia de la infancia por el aprendizaje ,la lectura y el futuro como símbolos de cualquier escuela del mundo,todo eso da paso del día a la noche a un centro de interrigatorios donde la maldad,la crueldad,la ignorancia,y los peores instintos del ser humano conducen a la práctica de las más abobinables barbaridades pensadas por la enfermedad humana,ello y el fanatismo se mezclaron asesinando a millones de inocentes por todo el país.
Un 25 % de la población camboyana fue asesinada,los conciudadanos de Camboya fueron separados en dos clases de personas,la gente de la base,considerados así a los aldeanos del campo,y la gente nueva,la gente de las ciudades que fueron clasificados como parásitos,un régimen enfermo y loco que condenaba a muerte a gente por tener gafas para ver,un régimen que asesinaba por delante de todos a los profesionales cualificados,como médicos,ingenieros.profesores por considerarlos contrarios a la revolución ,pues decían que estudiar y los libros no son importantes,lo importante era trabajar y la revolución.
Paseando por sus antiguas aulas oyes todavía los aullidos de dolor,la desesperación de los seres humanos en la antesala de la muerte para miles de seres humanos inocentes que fueron torturados,asesinados y ejecutados sin culpa,sin motivo,todo ello conducido por la ignorancia,el fanatismo,y la estúpidez del ser humano,un alma podrida y enferma capaz de matar ,de ejecutar a seres humanos indefensos.Un lugar donde el silencio invade sus salas,sus aulas reconvertidas en centros de interrogatorio,un lugar que sirve como parada fundamental para valorar palabras como libertad,como ciudadanos,como justicia social.
Hastiado de la maldad y crueldad del hombre decido cambiar de día por el arte ,la cultura,lo mejor del hombre en el museo nacional,en el palacio nacional,todo ello en compañía de Paloma y Marina,dos viajeras madrileñas que han decidido compartir su viaje con la ayuda a críos en escuelas que en realidad son orfanatos donde se muestra la realidad de una sociedad rota por las desigualdades sociales,por la corrupción extrema,por un sistema educativo caótico y sin futuro,por las familias desunidas y rotas.
Lo mejor y lo peor del ser humano en un lugar,en una ciudad,de la muerte a la vida,de la crueldad al arte,de la tristeza a las sonrisas.Una nueva lección en está vuelta al mundo.
Hoy la cita es:
Una dictadura es un estado en el que todos temen a uno y uno a todos – Alberto Moravia
Maravillosa tu experiencia, interesante lectura llena de descubrimientos y sensaciones personales que te hacen entender parte de lo que has vivido.
Eskerrik asko por tu trabajo, y buen viaje.
Saioa.
Hola Iván,
Impactante post.
Las fotos, unas preciosas y otras muy ilustrativas. Sobre todo la de los «no»s.
Buen viaje, Iván. Y gracias de nuevo,
Iñazio