En los últimos días y a pesar de estar de viaje observo con mucha atención todo lo que esta pasando entre China y Japón. Sigo con sumo interés las noticias que desde allí llegan y veo como se exaltan cada vez más los viejos odios y recelos entre las dos potencias asiáticas. Curiosamente en el actual momento de colapso económico global aparecen viejos problemas territoriales entre aquellos antiguos imperios asiáticos.
Parece evidente que el mundo actualmente se mueve en un estado de cierta tensión y crispacion donde cada vez se siente más un estado de exaltación de nacionalismos o regionalismos. Como en los años treinta lamentablemente uno ve como se enarbolan banderas y el conflicto dialéctico entre pueblos se siente candente como pocas veces ha ocurrido en las pasadas décadas.
Durante mi viaje vuelta al mundo pude viajar por China y Japón , allí pude encontrar algunas respuestas pero sobre todo muchas nuevas preguntas y dudas al respecto de dos sociedades, culturas y pueblos. Siempre me he sentido muy atraído por Asia y estos dos países con su rica Historia marcaban desde siempre un interés en mis inquietudes viajeras y culturales.
La forma en que miran al futuro recordando el pasado y su Historia reciente son sin duda que suficientes motivos para desear conocer dichos países. Uno de los principales problemas que veo actualmente es que en nuestra sociedad occidental vemos a Asia y sobre todo a China simplemente desde un punto de vista económico de comprar y vender. La clase política y empresarial ahora ve la panacea en todo lo que suena a China. Su enorme cantidad de dinero hace que cualquier gobierno mire siempre para otro lado en todo lo relativo de Derechos Humanos o libertades con tal de optar a parte del pastel chino.
Lamentablemente apenas miramos más allá del color del dinero y desgraciadamente no entendemos nada de China como sociedad , ni cultura e Historia, solamente importa el dinero, tanto a nuestra sociedad como a buena parte de la suya . Actualmente todo lo que veo y oigo al respecto de China tiene que ver con el hacer negocios y marca una actitud de cierta arrogancia ( tanto del mundo occidental como de los propios chinos ) . Se ha convertido en una palabra a la que todo el mundo mira como un lugar donde comprar y vender. Rara vez se oye nada de estar interesados en entender el caos geopolítico y social que es China, ni mucho menos en planteamientos que vayan en el largo plazo. Quizás todo ello es debido a los tiempos que corren y a la incertidumbre que va asociada no ya solamente con China sino también con nuestra propia sociedad.
Mi mirada como viajero independiente siemplemente es la de un observador que con una mochila al hombro fue para tratar de entender y encontrar tanto algunas respuestas como nuevas preguntas. Como todos estos viajes ayudan a sentir viendo/viviendo algunas de esas realidades que marcan parte de los cambios que va experimentando el mundo en la actualidad. En China estuve casi tres meses y en Japón uno, son espacios de tiempo cortos y obviamente diferentes al de la gente que vive allí, pero me dieron un retrato de algunas realidades de los diferentes países a nivel de sociedad, económico y cultural. Intenté viajar por grandes urbes pero también por ciudades de provincias y zonas rurales para entender algo de manera global.
Mi entrada en China fue por Nanning y mi salida por Shanghai, dos ciudades radicalmente opuestas y que marcaban una forma de mirar China con sus enormes y evidentes diferencias. Creo que de China nos llega solamente la idea del gran desarrollo económico que marca parte del cambio de un nuevo mundo. Pero como suele pasar con la información actual , miles de matices ocultos se quedan en el tintero cuando lees un periódico o ves la televisión. En China cobra más sentido que en ningún lugar aquella cita viajera de que » Para entender de verdad un país debes olerlo». Y cundo estuve en China muchas veces creí no entender absolutamente nada de lo que allí pasaba y por derivada en lo que se estaba convirtiendo nuestro modelo apocalíptico de crecimiento basado en el consumo.
China al igual que Japón son unas sociedades y países llenos de enormes contradiciones y contrastes donde se cruza el pasado con el presente y el futuro. En China a todo eso se suma la gran incertidumbre de su sistema político y de si podrá mantenerse en el tiempo soportando cualquiera de las muchas tensiones sociales que ocurren ( y van a ocurrir ) dentro de sus fronteras. Y es que raramente se nos habla de las enormes diferencias sociales , del contraste entre la costa y el interior, de los problemas étnicos o de las protestas y huelgas de sus trabajadores explotados. Enormes ciudades como la propia Nanning, Changsha o Wuhan me dieron una imagen de esas nuevas mega urbes chinas extremadamente contaminadas y donde uno no cree entender demasiadas cosas.
La infame Revolución Cultural y la figura de Mao Zedong aparecen hoy en día como un referente e icono del país que navega entre el capitalismo extremo y un sistema político del único Partido. Y es que ver el retrato de Mao me resulta tan patético como chocante en pleno siglo XXI. Todo eso marca una parte del pasado para entender el presente, como las reformas de Den XiaoPing y el despeque económico de China en el que daba igual si el gato fuera blanco o negro con tal de que cazase ratones . Pero en el camino se quedaron millones de muertos con unas genocidas formas de hacer que asustan cuando uno lee algo de su Historia reciente. Ahora Japón ve a su vecino crecer como nunca lo ha hecho en siglos , y de forma alarmante uno puede ver desde la distancia como aquellos viejos conflictos y odios empiezan a resurgir de nuevo.
Siempre he detestado las banderas y a los fariseos que muchas veces las hacen su única referencia para que un pueblo manipulado e ignorante las enarbole para mostrar sus diferencias con el OTRO. La imagen que se da a partir de ellas nunca me ha parecido que desencadena en nada bueno y por eso me hace dudar de estos tiempos. En China pude ver muchas veces el lavado de cerebro de una población donde solamente se ve el dinero frente a la ignorancia por un pasado que se trata de ocultar o se ignora ante los nuevos resultados económicos
Pude ir de Shanghai a Osaka en barco, y a pesar de que Shanghai parece una Nueva York con respecto a otras partes del país uno ve como Japón sigue siendo un país sin diferencias ( las sociales) que se observan en China. Desde un punto de vista macro económico Japón aparece en crisis y China en estado de bonanza, pero esa realidad no es la micro que se observa a pie de calle hablando y viendo a sus gentes. Una de las grandes dudas que me surgieron es si la velocidad de cambios en China unido a la falta de libertad van a poder sostenerse en el tiempo. Creo que China no ve ni verá jamás la palabra Democracia como en Occidente, y es probable que no ocurra otra oleada de protestas como la de Tian’anmen. Pero lo que parece evidente que un sistema actual de crecimiento puede verse limitado en el tiempo y con ello ser el foco de las protestas sociales.
Uno se pregunta siempre cosas, sobre todo ahora que viajo por el antiguo Telón de Acero cuando uno ve que la vieja URSS y sus países satélites cayeron por ser una serie de países controlados con mano de hierro por el Genocida Partido Comunista.
Veremos como siguen evolucionando las tensiones entre las dos potencias asiáticas. El mundo en constante cambio empieza a ver como en Asia ocurren cosas que cualquier día pueden cambiar de nuevo el rumbo de la Historia…
Hoy la cita es : » Donde hay educación no hay distinción de clases » Confucio